Publicado:
Enero-abril 2017
Fuente: Revista Órbita Pedagógica. Publicación cuatrimestral. Vol. 4, Año 2017, No. 1 (enero-abril). (Reseñado por el equipo del Portal).
Las teorías conductista y constructivista se analizaron en esta aportación bajo un enfoque crítico en cuanto a su aplicación en educación.
El aprendizaje a la luz del conductismo y constructivismo
Bajo el prisma conductista, el aprendizaje se refleja en cambios observables en el comportamiento de los discentes, que surgen como reacción a ciertos estímulos y se implementa como un proceso de moldeamiento que, a través de pequeños pasos avanza de la conducta inicial hacia la deseada.
La crítica principal sostiene que al desconsiderar los pensamientos y creencias, este enfoque solo explica parte del proceso de aprendizaje. Sin embargo, se destaca la inserción positiva de esta orientación psicológica en el ámbito de la educación especial así como en la enseñanza mediante herramientas digitales.
Por otro lado, desde la visión constructivista los dos factores clave del aprendizaje son los alumnos y el medio ambiente. Igualmente, se valora el impacto de la planificación de actividades educativas que favorecen el desarrollo intelectual y la formación íntegra y moral de los discentes, en base a la interacción y experiencias contextualizadas en los respectivos entornos socio-culturales. Estas acciones favorecen el desarrollo del pensamiento crítico así como aprendizajes transferibles de más largo alcance.
Se cuestiona que la visión constructivista no distingue los diferentes papeles que cumple la experiencia en diversas edades; no tiene en cuenta situaciones en las que los conocimientos no se pueden adquirir empíricamente; y se argumenta que la acción no garantiza la comprensión.