Publicado:
Junio 2012
Fuente: Revista de Psicología, Vol. 21, Nº 1, junio 2012.
El significativo giro hacia la racionalidad neoliberal que experimentó en las últimas dos décadas la política educativa chilena, en especial la relacionada con la labor docente, constituye el punto de partida de este artículo.
El trabajo expone los resultados de un estudio que examinó documentación oficial en la que se refleja la actual política de evaluación del desempeño docente –que tiene como principal referente la exitosa gestión de la empresa privada.
En este contexto se describe el Sistema de Evaluación del Desempeño Profesional Docente, de carácter obligatorio para los docentes de instituciones municipales a partir de su implementación en el año 2003, que evalúa a los docentes en cuatro niveles (destacado, competente, básico e insatisfactorio). Enfocado hacia el fortalecimiento de la profesión y la calidad de la enseñanza, incide en las trayectorias profesionales ya que nuevas regulaciones laborales tienen en consideración los resultados de esta evaluación. Este nuevo modelo de gestión, se afirma, implica la estandarización de la enseñanza.
Investigación
El estudio, de carácter cualitativo, se valió de la metodología del análisis del discurso para examinar un corpus textual integrado por once textos oficiales publicados entre los años 2000-2010, con el objetivo de comprender el paradigma vigente de profesionalidad docente.
Resultados y conclusiones
El modelo de profesionalidad que reflejaron los documentos, se sostiene, es racional y estratégico; enfatiza el uso eficiente del tiempo, dimensión que se valora por encima de las relacionadas con los aspectos afectivos involucrados en la enseñanza.
Las maneras en las que se describe la docencia en el discurso oficial, sostiene la autora, se cristalizan en un sistema conceptual y político, en el que la ciencia constituye una fuente de argumentación habitual. Los enunciados, se expone, derivan en verdades acerca de la profesión que delinean qué acciones incluye el desempeño profesional docente eficiente y cuáles excluye.
El nuevo perfil docente, se afirma, convoca a los profesores a inscribir su práctica en un lenguaje ajeno que emerge de una racionalidad eficientista. Se observó cómo el discurso acerca del perfil docente apela a un compromiso social de los docentes constituyéndose en los espacios cotidianos y subjetivos de la escuela.